Grabado originalmente en el piano de Cipa, su Yamaha Upright de 1981, ésta es la primera interpretación de esta obra en un piano de cola. Al cambiar la atmósfera original, satinada y suave, por un sonido más brillante y claro del piano de cola Steingräber, la calidad es muy diferente.
La estructura minimalista, repetitiva y semejante recuerda a los pensamientos que circulan en la mente hasta que finalmente se comparten con la persona a la que están destinados.